El estudio coordinado por Manolis Kogevinas atribuye este efecto a un quÃmico llamado acrilamida, sustancia que se emplea en la fabricación de papel, la extracción de metales, la industria textil, la obtención de colorante y en la sÃntesis de las poliacrilamidas.
Los autores del informe indican que, desafortunadamente, se forma también al calentar comida friéndola o asándola a más de 120º C. Los alimentos como las papas fritas y tostadas la contienen en grandes cantidades. La acrilamida es capaz de atravesar la placenta. La investigación se efectuó entre los años 2006 y 2010 sobre mil 101 mujeres embarazadas en Dinamarca, Inglaterra, Grecia, Noruega y España, y luego sobre sus hijos recién nacidos.
Los resultados de este trabajo fueron publicados bajo el tÃtulo ‘El peso al nacer, circunferencia de la cabeza y exposición prenatal a la acrilamida de la dieta materna’ (‘Birth Weight, Head Circumference, and Prenatal Exposure to Acrylamide from Maternal Diet’).
Los médicos concluyeron que un alto consumo de acrilamida procedente de la dieta materna tuvo en los fetos un efecto similar al del tabaquismo.
Calcularon que redujo el peso del bebé en 132 gramos y el tamaño de la cabeza en 0,33 centÃmetros, en promedio. Un bajo peso al nacer afecta a la salud temprana de los niños y puede desembocar en enfermedades cardiovasculares y diabetes.
La reducción del tamaño de la cabeza se asocia con un retraso en el desarrollo neurológico, según el estudio publicado por la prensa internacional.
Fuente: TeleSur