Washington - La Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, en inglés) informó hoy que el país deportó a 409,849 personas en el año fiscal 2012, de las cuales el 55% fueron declarados culpables de delitos graves o delitos menores.
Esto supera el número récord de deportaciones de la Administración de Barack Obama, que en el año fiscal 2011 deportó a 396,906 personas y a más de 392 mil personas en el correspondiente a 2010.
El director de la ICE, John Morton, hizo hoy el anuncio de las cifras y destacó la tendencia a incrementar las deportaciones de criminales como el principal motivo para la deportación.
De ellos los 409,849 deportados, 225,390 fueron declarados culpables de delitos graves o delitos menores -casi el doble de los delincuentes deportados en el año fiscal 2008-.
Esto incluye a 1,215 extranjeros condenados por homicidio, 5,557 extranjeros condenados por delitos sexuales, 40.448 extranjeros condenados por delitos relacionados con las drogas, y 36,166 extranjeros condenados por conducir bajo la influencia de estupefacientes.
Para centrarse aún más en aquellas personas que hayan cometido delitos penales más graves, la ICE también emitió hoy una nueva guía de retención nacional.
"La ley inteligente y eficaz de inmigración se basa en el establecimiento de prioridades para la deportación", dijo Morton.
La ICE también señaló que el 96 por ciento de las deportaciones se situaron en una categoría prioritaria.
"Si bien las deportaciones del año fiscal 2012 indican que continuamos avanzando en concentrar nuestros recursos en extranjeros criminales, con más delincuentes convictos deportados que nunca antes, estamos constantemente buscando formas de asegurar que estamos haciendo todo lo posible para utilizar nuestros recursos de manera que aseguren la seguridad pública", añadió Morton.
"Los resultados históricos a lo largo de la frontera sudoeste se pueden atribuir a los esfuerzos conjuntos de los agentes de la Patrulla Fronteriza y los oficiales de la ICE", apuntó la Oficina de Inmigración.
Como parte de los esfuerzos de la ICE, el sistema de inmigración trata de centrarse en los casos prioritarios, implementando políticas y procedimientos que aseguren que las leyes de inmigración se cumplan pero también discriminen entre los casos que deben ser más urgentes por la naturaleza de los delitos cometidos.