En medio de la algarabía que hizo retumbar parte del escenario de la pelea con la animación que le imprime el anunciador oficial Michael Buffer, subió primero a la báscula Márquez, quien marcó 143 libras, pero fue más impresionante la contextura física, en una clara demostración que trabajó mucho su apariencia y condición.
Siguió el filipino y no tuvo problemas para aterrizar en las 147 libras, aunque fue interesante que no lucía la misma musculatura que su oponente de esta noche.
“Estaré muy bien para esta pelea. Y pienso ganar a base de velocidad, fuerza e inteligencia, ambos nos conocemos, así que solo será cuestión de aplicar algunas correcciones mínimas. Lo que garantizo es que será una guerra y solo habrá un vencedor, yo”, dijo Márquez.
Por su parte Pacquiao, quien no ha podido noquear a sus últimos cinco adversarios en un lapso de 3 años y un mes, está consciente de la dificultad que afrontará hoy y la necesidad de vencer de forma impactante.
“Seré agresivo en mi ritmo de pelea, sé que tengo enfrente un gran oponente, que pone mucho corazón y coraje, pero quiero dejar claro que soy el mejor y buscaré cómo noquearlo. Seré rápido, agresivo y cuidadoso en los contragolpes”, admite.
De manera que todo ha quedado listo, creo que Pacquiao debe imponerse por decisión, pero no me sorprendería que esta vez pueda vapulear de una manera insospechada a un guerrero como es Márquez, quien el tiempo y la edad mermará su rendimiento.
Fuente: El Nuevo Diario
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