Los 2.115 centros de votación se abren hoy a las 6 a.m. para que 3,1 millones de electores costarricenses puedan disipar las abundantes preguntas que se arrastran desde comienzos de la campaña, en octubre pasado.
Con la posibilidad de que tampoco haya hoy mismo un ganador y sea necesario prolongar la contienda a una segunda vuelta, el domingo 6 de abril, los comicios se celebran sin poder otorgar a ningún candidato el tÃtulo de favorito.
El oficialista Johnny Araya del Partido Liberación Nacional, (PLN); José MarÃa Villalta, del Frente Amplio,; Otto Guevara, del Movimiento Libertario; Luis Guillermo SolÃs, del Partido Acción Ciudadana (PAC); y Rodolfo Piza, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) aparecen con el mayor apoyo electoral en las encuestas.
Sin embargo, la empresa Unimer subrayó a lo largo de estos tres meses el clima inestable y volátil, asà como la permanencia de un grupo importante de indecisos y la tendencia popular a escoger un candidato en las últimas horas.
Ya se acabaron esas últimas horas. Los partidos proyectan un mensaje optimista, pero internamente ninguno se atreve a descartar una segunda ronda, que ya ocurrió en los comicios del 2002.
De ser asÃ, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) afirma que está preparado.
¿Entre quienes serÃa esa segunda vuelta? Las encuestas tampoco dieron favoritos y, como dicen sus escépticos, la ‘encuesta real’ será la de esta jornada, en las urnas.
Hoy se cierra una campaña que comenzó apática, en parte por el malestar popular con la polÃtica y en parte por la ausencia de miles de candidatos municipales que en las elecciones anteriores movÃan el proceso en los barrios.
Esa es una de las novedades: hoy solo se vota en dos papeletas, una para elegir presidente y sus dos vicepresidentes y la otra para escoger a los diputados de cada provincia, una contienda que siempre queda en segundo plano por la lucha presidencial.
Otras novedades son la habilitación del voto en otros paÃses y la alternabilidad obligatoria de las listas de diputados entre hombre y mujer, con lo cual se garantizará una mayor presencia femenina en el Congreso.
Por la Presidencia, son varones todos los que quieren sustituir a Laura Chinchilla este 8 de mayo. Son un total de 13 candidatos que participaron en una campaña centrada en lo ideológico, tras el ascenso del izquierdista José MarÃa Villalta, y en la posibilidad de cambio o continuidad, pues un eventual triunfo de Araya permitirÃa al PLN juntar tres periodos consecutivos en el Gobierno, algo nunca visto en su historia.
Las posibilidades de que alguien triunfe hoy depende de sus votos, pero también de la participación electoral, pues a más abstencionismo, más opciones de alcanzar el 40% de votos válidos y de evitar entonces la segunda ronda.
Ahora hay señales de un mayor entusiasmo popular. Aunque las banderas y las plazas públicas no abundan como en el pasado, sà hay algunos indicios en las calles, actividad fogosa en las redes sociales y una lectura optimista del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
“Hay optimismo de que que abarroten las urnas”, dijo este viernes Luis Antonio Sobrado, presidente del TSE, quien el 2 de octubre, en el discurso inaugural de la campaña, era más reservado.
“Sabemos que estas elecciones se darán en un marco de malestar ciudadano, de mucho enojo con la polÃtica y los polÃticos y que podrÃa incrementarse la abstención”, pronunció ese 2 de octubre, recordando el 32% del 2010.
Muchas cosas cambiaron en el proceso y la frialdad quedó atrás, aunque persiste un sector apático. Una señal de esa tensión son los 850 reportes que habÃa recibido el TSE hasta el mediodÃa de este viernes en su teléfono 800-ELECTOR.
“Antes se usaba sobre todo para pedir información sobre dónde votar, pero eso cambió radicalmente. Quizá menos de 100 han sido para eso (...) Hay una participación importante de ciudadanos que piden se respete el proceso ante posibles faltas”, según Héctor Fernández, director del Registro Electoral, aunque advirtió que no todos los reportes son denuncias fundadas.
En los últimos dÃas se registraron esporádicos enfrentamientos entre seguidores de distintos partidos, pese al llamado a una actitud pacÃfica de parte de las autoridades. A un candidato se le brinda protección policial. Nacion
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