Ramsgate es una tranquila ciudad costera en el sureste de Inglaterra que desde hace varias décadas escondÃa un laberinto subterráneo con una gran historia. Autoridades británicas descubrieron una ciudad bajo tierra en la que muchas personas vivieron durante meses sin ver la luz del dÃa para protegerse de los bombarderos nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Esta red de caminos 60 metros bajo tierra albergó cantinas, una peluquerÃa e incluso un hospital. Los habitantes de Ramsgate tomaron sus pertinencias y construyeron ahà sus modestas viviendas, tras mantas y cortinas.
Un artÃculo del portal Daily Mail tomó la palabra de Gwendoline Langridge, quien entonces era una niña de 12 años: "Cada dÃa era una aventura. Hicimos un montón de amigos y encontramos maneras de divertirnos".
Algunos funcionarios del Gobierno eran contrarios a la construcción de este tipo de túneles, al considerar que derrumbarÃan la moral en tiempos de guerra. Pero como Ramsgate ya habÃa sido bombardeada durante la Primera Guerra Mundial, el alcalde Arthur Kempe estaba convencido de que la ciudad volverÃa a estar en la lÃnea de fuego.
Durante tres años, el Ministerio del Interior británico rechazó el proyecto de Kempe, pero logró su objetivo con ayuda del parlamentario Harold Balfour y de John Anderson, amigo y jefe de la Defensa Antiaérea del Reino Unido.
Los trabajos de construcción empezaron en 1939 y terminaron a los pocos meses. Las obras, llevadas a cabo por una empresa local de construcción, costaron unos 60.000 dólares.
Al estallar la guerra, Kempe evacuó de otras regiones del paÃs a más de 3.000 niños, muchos de los cuales tuvieron que regresar al poco tiempo y fueron testigos de la primera 'guerra relámpago' en la orilla opuesta del canal de la Mancha.
Cuando llegó la paz, la red subterránea fue sellada por completo. Aparte de un proyecto para reconvertirla en un búnker durante la Guerra FrÃa, los túneles habÃan caÃdo en el olvido.
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