La joven, de tan sólo 29 años, sufría un cáncer cerebral que estaba en fase terminal. El sábado decidió quitarse la vida. Su suicidio asistido estaba programado hacía semanas y, tras cumplir varios de sus sueños, finalmente murió rodeada de su esposo y su familia. Su caso conmueve al mundo y reabrió el debate acerca de la eutanasia o muerte digna.
"Adiós a todos mis queridos amigos y familiares que amo. Hoy es el día que elegí para irme con dignidad ante mi enfermedad terminal, este terrible cáncer cerebral que se ha llevado tanto de mí, pero que podría haber tomado mucho más". Esas fueron las últimas palabras que Brittany Maynard dejó en las redes sociales, cuando la decisión era irreversible y le faltaban minutos para morir.
"El mundo es un hermoso lugar, los viajes han sido mis mejores maestros, mis amigos cercanos y mis padres son quienes más me han dado. Tengo incluso un círculo de quienes me acompañan en torno a mi cama mientras escribo. Adiós mundo. Compartan buena energía. Vale la pena", agregó en su mensaje final.
Antes de morir, Brittany dejó en claro qué quería dejar con su propia experiencia. "Si estoy dejando un legado, es para cambiar esta política sanitaria o ser parte del cambio de esta política, para que esté disponible para todos los estadounidenses", expresó a la revista People.
La joven también pidió a su marido y a su madre que continuaran con esta causa hasta lograr que en todo EEUU se permita el derecho a la muerte digna. Actualmente, cinco estados lo admiten, incluido Oregon, adonde Maynard se mudó para poder practicarse la eutanasia. "Quiero trabajar en la causa", aseguró Debbie Ziegler, madre de Brittany.
Maynard había anunciado su decisión de acabar con su vida en las redes sociales mediante un video que se viralizó rápidamente. La semana previa a su muerte, llegó a arrepentirse y considerar vivir por unos días más, pero mantuvo su posición y el sábado 1° de noviembre sonrió, besó y cerró los ojos por última vez. INFOBAE