La conocida como dieta Whole30 o Dieta Total 30, no necesita que contemos calorías ni que nos hinchemos a hacer deporte. En apenas un mes podemos transformar nuestro cuerpo y adelgazar rápidamente esos kilos de más. Al menos así lo asegura el matrimonio Hartwig, creadores de esta dieta en el año 2009 que se ha hecho famosa especialmente en los dos últimos años.
¿Cómo? Tan sólo tenemos que eliminar de nuestra dieta durante 30 días todos los cereales, productos lácteos, azúcar y legumbres. Un reto al que se suma la prohibición del consumo de alcohol. Visto así, no suena muy alentador, pero también tiene un gran pro: no se pasa hambre. Las comidas llenan y nos sentimos saciados.
Para animar a las personas a seguir su estricto método, Melissa Hartwig, nutricionista y cocreadora de esta Dieta Total 30, no niega que se trate de un régimen complicado de seguir pero insiste en que en la vida hacemos cosas más difíciles: “Dar a luz un bebé, superar la pérdida de un padre o vencer el cáncer, eso sí es difícil”. Qué razón no le falta, pero como estrategia demarketing quizás sea un poco arriesgada.
Además de cambiar nuestro cuerpo, la Whole30 también cambiará nuestra relación con la comida “para siempre”, según los convencidos –o convincentes– padres de la misma.
La idea es que, al restringir los principales grupos de alimentos y después volver a introducirlos poco a poco en nuestra dieta “podremos averiguar cuáles son las comidas responsables de que nos falte energía, tengamos mal humor o durmamos mal”, explica Anna Medaris Miller en U.S. News Heatlh.
Whole30: una dieta viral
Pese a llevar cinco años en marcha y contar con el libro manual It Starts With Food (Victory Belt Publishing), un sitio web de salud y una consultoría llamada Whole9 a sus espaldas, fue a partir de 2012 cuando la Dieta Total 30 comenzó a hacerse famosa gracias a las redes sociales.
El hecho de que los seguidores de la dieta compartan en sus perfiles las fotos del antes y el después, imágenes de los platos que comen y sus impresiones positivas sobre la misma, ha hecho que muchos amigos y familiares se animen a seguirla.
Es el caso de Xavier Hernández, quien hizo el primer intento de la Whole30 en septiembre de 2013 y le funcionó tan bien que meses después repitió. Llegado el mes de mayo, el joven de 27 años había perdido más de 22 kilos. Estos resultados han servido para que muchas otras personas adviertan los beneficios de la dieta.
Otro ejemplo es el de Ruthy Taylor, un blogger de 36 años que decidiócompartir en su cuenta de Instagram el reto de seguir esta dieta siendo madre de dos hijos y teniendo que preparar diferentes comidas para ellos por un lado, y para ella y su marido por otro.
“Comparten sus fotos con el hashtag #Whole30 y muestran sus victorias y resultados haciendo que se interesen en la dieta sus amigos y familiares”, comenta Melissa. El matrimonio Hartwig, consciente de este nuevo empujón para su dieta, ha preparado un segundo libro que saldrá en abril, The Whole30: The 30-Day Guide to Total Health and Food Freedom (Houghton Mifflin Harcourt).
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