Los deportistas no se quejaron de las condiciones en el estadio acuático Maria Lenk para la competencia de saltos sincronizados femenino de plataforma, y aseguraron que, aunque curioso, el color del agua no influyó en la competencia. No olía mal, no irritó sus ojos, no afectó su desempeño.
La apariencia era extraña, sobre todo si se contrastaba con el azul estándar de la piscina contigua, donde se disputa el polo acuático.
"No sabemos exactamente qué pasó", adelantó Mario Andrada, vocero del comité organizador. "Medimos todos los días el agua con los mismos parámetros y los resultados fueron idénticos que con una piscina azul".
"La tonalidad vino de algas bajo un sol intenso y cero viento", informó posteriormente a la AFP Mario Andrada, director de comunicación del comité Río 2016.
En un comunicado, más temprano, la organización aseguró que "no se encontró riesgo para la salud de los atletas".
La china Chen Ruolin, quien sumó su tercer oro en la disciplina, no mostró reparos respecto del color. "No nos afectó de ninguna manera", afirmó, junto con su compañera Liu Huxia.
La misma prueba masculina se realizó el lunes. El británico Tom Daley, medallista de bronce, publicó en Twitter una foto mostrando el contraste con la leyenda: "Emmm… ¿qué pasó?".
Ermmm...what happened?! pic.twitter.com/pdta7EpP2k— Tom Daley (@TomDaley1994) 9 de agosto de 2016
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