Por: José Armando González | @jag_ojeda
Más de 140 familias rurales de
la isla de Ometepe, el Refugio de Vida Silvestre Los Guatuzos y Madriz están produciendo
y consumiendo alimentos sanos que han venido a mejorar y diversificar la dieta
en el hogar, mediante la implementación del método de cultivo biointensivo.
Los pequeños productores, que
están siendo apoyados por Amigos de la Tierra, Fundación Entre Volcanes, la
Universidad Nacional Agraria (UNA) y el Instituto de Promoción Humana, Somoto
(INPRHU - Somoto), han logrado establecer 144 huertos familiares en suelos que
no tenían condiciones para sembrar cultivos de carbono (rastrojos, maíz),
caloría (tubérculos) y vitaminas (verduras).
Los especialistas aseguran que
la composta (abonera biointensiva) ha sido la clave para nutrir los suelos
húmedos, arcillosos y arenosos que se encuentran en los tres territorios, obteniendo
las hortalizas necesarias para asegurar su alimentación.
Doña Blanca Gutiérrez Juárez tiene
un huerto biointensivo en el patio de su casa, a un kilómetro del puerto de
Moyogalpa en la isla de Ometepe, este lo instaló en la arena a orilla de la
playa y hacerlo fue un gran reto por el tipo de suelo.
En su primer intento perdió toda
la producción, las plagas se apoderaron del huerto. Lo hizo de nuevo y logró
cosechar melón, pepino, tomate, chiltoma, yuca, frijol de vara, quequisque y espinaca.
Entre los 40 productores isleños
que trabajan con este método, Doña Blanca es la única que experimentó en la
arena. Ahora, está en su cuarto ciclo productivo y tiene sembrado zanahoria,
maíz, frijol de 4 especies, caña, tomate, remolacha y apio.
Las mujeres representan el 55%
del total de productoras/es del norte y suroeste del país que han logrado
establecer cultivos en el patio de su casa, obtener cosechas de sus parcelas y
generar ingresos a sus familias con la venta de sus excedentes de producción.
Para Oscar Bermúdez, de Amigos de
la Tierra España, el método está demostrando que se puede producir alimentos
sanos y libres de químicos para alimentar a las familias.
“Estamos promoviendo comer sano
con una dieta diversificada en el norte, sur y occidente del país, elaborando
composta y enmiendas en los distintos tipos de suelos, diversificando los
huertos y rotando los cultivos; parte de los principios del método”, explicó
Bermúdez durante el cierre del Proyecto BIOSAN en la isla de Ometepe, Rivas.
Gracias a la financiación de la
Junta de Andalucía, se logró beneficiar con el Proyecto BIOSAN a 40 familias en
la isla de Ometepe, 32 en Río San Juan y 70 en Madriz. Sin embargo, Amigos de
la Tierra ha logrado beneficiar a otras 35 familias en León y 56 en Chinandega
norte con otros fondos de cooperación.
La adopción del método de parte de los
productores fue posible gracias a la Escuelas de
Campo (ECA) y la asistencia técnica en los territorios por biointensivistas y
maestros certificados. Estos mismos productores han podido diseminar el método
y que otros productores se animen a establecer su huerto.
Las ECA fueron establecidas en Ometepe,
Río San Juan, Madriz, Chinandega Norte y León, logrando llegar a 230
productores formados en cuatro centros de aprendizaje. Además, se establecieron
cuatro bancos de semillas a fin de garantizar la semilla criolla mediante el
intercambio y donación entre productores locales.
“Este método me ha enseñado a comer
sano para tener energía y vitaminas en nuestro cuerpo. Antes consumíamos
productos contaminados con químicos comprados en Rivas, que nos afectan la
salud y la de nuestros hijos”, dijo Oslan López Robles de la comunidad Los
Ángeles, Altagracia.
Don Oslan cuenta que cuando
comenzó con su huerto, los vecinos se burlaban porque estaba sembrando en una parcela
pequeña, “ellos no saben que podemos producir bastantes alimentos en espacios
reducidos, como nuestro patio, y con poca agua; no tan grandes como los que
usan químicos, pero sabrosos”.
El cultivo de alimentos
utilizando la fórmula de sustentabilidad (60% carbono – 30% calorías – 10%
vitaminas), ha permitido la incorporación de 24 nuevos cultivos en los huertos (principalmente
hortalizas) y dietas de las familias, rescatando recetas ancestrales para
diversificar el plato.
Don Oslan ha logrado introducir
nuevos cultivos en su huerto como la batata y el camote, gracias a las semillas
que le facilitaron en el Banco de Semilla Comunitario Espirales ubicado en Santa
Cruz (Isla de Ometepe).
“Esperamos que en cada nuevo
ciclo productivo los rendimientos sean mayores para incrementar la alimentación
de estas familias”, finalizó Bermúdez.
Amigos de la Tierra ha venido
difundiendo el método, con apoyo de la UNA, desde el 2015 en Nicaragua, El Salvador,
Honduras y recientemente en España.
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